dissabte, 17 d’octubre del 2020

¿Un jardín en la R3?


COLABORACIÓN ENTRE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS

Los vecinos del barrio de La Florida están de enhorabuena puesto que han visto cómo de año en año crece una nueva zona verde, una especie de arboretum dominado por especies catalogadas cómo invasoras (la caña, la falsa acacia, ailanto, etc.).

Esta especie de jardín botánico del mal gusto nació y se ha ido consolidando en la R3 gracias al abandono de Adif, proceso que cómo es posible apreciar en la madurez y porte de los árboles que aparecen en las fotografías inseridas a continuación, ha transcurrido a lo largo de gran parte del siglo XXI.


Detalle del árbol de fotografía anterior



Tener cómo vecinos a los de Adif es una bendición y por tal motivo los vecinos pueden casi abrazar las ramas desde los balcones de sus pisos o ver cómo penetran en sus jardines. Los ramajes pasan a invadir la vertical de las aceras, el espacio público que es competencia del Ayuntamiento de Sta. Perpétua de Mogoda. En tales tesituras el Ayuntamiento tiene la obligación de requerir a cualquier propietario el mantenimiento de su jardín y propiedad en buen estado de conservación, evitando que ramas u otros elementos invadan las aceras y viales (el espacio público).

No obstante, Adif no se ha encontrado sólo en esta tarea de enjardinamiento mal entendido del núcleo urbano sino que ha contado con la inestimable colaboración de su siempre solícito Ayuntamiento de Sta. Perpétua de Mogoda que al parecer, mostrándose ausente, otorga. Este es un ejemplo que algunos entendemos de colaboración entre dos partes de la administración pública.

Ya de por sí, los Floridenses destacan entre los ciudadanos del Vallés por su prodigiosa agilidad y desparpajo físico, estando acostumbrados desde bien pequeños a lidiar con los múltiples obstáculos que pueblan allí y allá las estrechísimas aceras de este barrio. Así los jóvenes y los mayoritarios ancianos poseen unas facultades físicas excelentes porqué al salir de su casa en el día a día se exponen a un sinfín de situaciones de equilibrio y concentración, teniendo que invadir inclusive el asfalto cuando les es imposible pasar por una encrucijada de palos de electricidad, algunos de ellos desafiantes a la gravedad en ángulos de claro declive.

COLABORACIÓN ENTRE EMPRESA PRIVADA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Pero aconteció un insólito suceso entre los años 2017 y 2018, cuando el Ayuntamiento dedicó dinero a unas obras en el barrio de La Florida, en un par de calles. Estaban convencidos de eliminar unos pocos palos de las aceras, tan sólo unos pocos. En un principio se iban a eliminar los palos de la empresa Movistar, empresa que había firmado un convenio con el Ayuntamiento con este objetivo. Endesa y el Ayuntamiento no llegaron a ningún acuerdo y sus palos sagrados, siendo muchos de ellos un peligro para los vecinos, iban a quedarse adornando las aceras. Algún político, dícese que extinguido actualmente tal cual un brontosaurio, sentenciaba años atrás que los palos los arrancaría aunque fuera a bocados ¿A qué espera para deleitarnos con el espectáculo? Avise, iremos con cámaras.

El convenio incluía un compromiso en el que Movistar soterraría la fibra óptica y haría la conexión gratuitamente a los vecinos hasta su casa. Los vecinos creyeron a los políticos, funcionarios y a un representante de Movistar ya que se comprometieron verbalmente en una reunión del centro cívico de La Florida, justo previamente a las últimas elecciones municipales. Los vecinos creyeron en las palabras fugaces de un evento que más que administrativo denotaba una intención claramente preelectoral.

Los vecinos prepararon sus parcelas para la conexión soterrada de la fibra óptica: hicieron una zanja con el ángulo adecuado, instalaron el tubo donde iría alojada la fibra óptica y finalmente se quedaron con un palmo de nariz viendo cómo Movistar pasaba olímpicamente de cumplir con su palabra. El Ayuntamiento a su par se puso a despejar pelotas, esperando a que todo quedara en el olvido. ¿Y los palos? Ahí siguen, en las aceras. Respecto el resultado de otros aspectos de las obras, menuda risa.

Este era un ejemplo de colaboración público-privada donde cada una de las partes pone unos medios económicos y de infraestructura determinados en un convenio acordado, firmado y bien publicitado por el beneficio pre-electoral.

Lo bueno que hubiera sido tener un Barrio Sésamo de adultos e ir aprendiendo las realidades útiles cómo estas. Bien, y ahora si los perpetuenses gustan, pueden ejercer sus quejas por el mal mantenimiento de Adif mediante una instancia dirigida al Ayuntamiento de Sta. Perpétua de Mogoda y al propio Adif.

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